“Creo plenamente en la libertad de expresión, solo que...” Por Luis Henríquez Lorenzo
El sábado 14 del corriente mes de marzo, publicaba El Correo de España mi artículo "Si no lo hubiera, habría que inventarlo". Luego de la luz primera de la publicación que ven muchos de mis escritos en mi propio blog, pocos espacios mejores en que seguir viendo la luz de la publicación que el citado El Correo de España (todo un referente del pensamiento patriota, identitario y católico en nuestra vieja piel de toro, gracias a Dios juntamente con otras plataformas desde Internet). Para mí es un honor, un reto, una oportunidad el espacio que se me concede en una publicación como El Correo de España, como también lo es el espacio que se me concede en El Español Digital: hoy por hoy ser voz o grano de arena con que reconstruir los cimientos de la civilización cristiana, el rostro de la España tradicional y católica...
Un
par de días más tarde, aparecía reproducido en una bitácora local
canaria, desde donde fue recibido por comentarios de foristas de este
tono o jaez:
Concha
Báez:
¿Cuatro
días, Manu? Me
da que eres un exagerado. En cuatro días, si le pones una "jáquima"
y lo estacas, come hierba.
Manu
Santana:
Parece
que no te está sentando muy bien el aislamiento. Calculo que cuatro
días más y petas.
Uno
de estos foristas, por toda la cara me reduce
al estado de bestia,
de
animal;
el otro pronostica incluso mi fin inminente ahora que vivimos con la
angustia de esta cuarentena por causa del coronavirus. Ciertamente,
no es la primera vez ni la segunda que estos foristas se refieren a
artículos míos reproducidos en la publicación digital cuyo título
seguiré callando,
con
términos más
bien ofensivos,
injuriosos, ridiculizantes.
¿Por
qué, si yo no creo haberles hecho nada dañino a estas personas, a
las que ni siquiera conozco?
A
decir verdad, la Concha y el Manu ya lo han convertido en una suerte
de deporte favorito suyo, de ambos: artículo mío que reproducen,
retahíla de desprecios e injurias (a menudo, mucho más graves por
injuriosos y despectivos que los dos que he reproducido, ¡ni
se imaginan!).
Hasta el extremo de que uno se pregunta: y estos sujetos, ¿quiénes
se habrán creído que son para despreciar de esta
manera, parapetados tras un alias? ¿Con qué derecho se creen? ¿Qué
se habrán creído? ¿De qué van?
En
el nombre de la sacrosanta libertad de expresión, viva la
democracia, la libertad de pensamiento, la libertad religiosa, la
libertad de conciencia, la capacidad de investigar y buscar la
verdad… Vale:
deseado
todo
esto en un principal sentido, a saber, la verdad existe, solo hay una
religión verdadera, mas la verdad no debe imponerse y en todo caso
debe respetarse -con los límites mínimos que hayan de garantizar la
convivencia y el respeto- que una persona en
el ejercicio de su libertad
busque la verdad aunque acabe encontrando solo mentiras, falsedades,
medias verdades, caminos
extraviados y sin retorno…
Pero
los ataques ad
hominen
a que ya se han acostumbrado estos individuos,
la Concha Báez y el Manu Santana, y
otros varios a los que no daré el gusto o disgusto de nombrar, ¿a
qué vienen?, ¿a
cuento de qué?, ¿con qué derecho?
Tengo
entendido que estos dos
foristas,
y asimismo
otros que
van
o
vienen exactamente
a
lo
mismo cuando asoman su cabecita y dejan su huella, en
el periódico digital a que me refiero practican
con total impunidad el
pim
pam
pun con comentarios en los que juegan a hacerse los graciosos solo
que acaban siendo para conmigo injuriosos, cretinos, despectivos,
ruines, etcétera.
Acaso se
escuden en que
yo insulto toda
vez que en
efecto soy muy duro con algunos de mis comentarios contra la
podredumbre moral e intelectual de nuestra casta política, por
ejemplo, entre otros varios asuntos que ocupan mi pluma y mi interés.
Se
equivocan: voy a seguir denunciando a políticos de la catadura moral
e intelectual de Pedro Sánchez y todo su equipo de Gobierno
(indudablemente
responsables de la pésima gestión de la crisis sanitaria provocada
en España por el coronavirus),
a políticos como Pablo Iglesias y todo su equipo de podemitas
enemigos de Dios, de la Iglesia y de España, y lo seguiré haciendo
con expresiones que, aun siendo “fuertes, intensas, contundentes”,
al menos es mi intención que no supongan un ataque ad
hominen
gratuito espetado con la única intención de hacer daño.
Solo
que al pan pan y al vino vino, sin medias tintas: denunciar
que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias son mentirosos compulsivos y
demagogos y felones no es ninguna injuria; sí lo es lo que de mí ya
dicen sin ningún reparo foristas como la Concha y el Manu.
Lo ilustremos con un ejemplo: no tengo ninguna duda por
lo que dice a la
bajeza moral e intelectual de un tipo como el catalán
Gabriel Rufián (a
quien el siempre muy ilustrado Federico Jiménez Losantos se refiere
como mendrugo,
mas ¿a quién molesta o sorprende un adjetivo como este?),
encima charnego metido a independentista. Es una desgracia para
España y desde luego también para Cataluña que un individuo como
este se gane la vida como político, como
político
profesional de cuya sesera solo sale una mezcla deleznable de serrín
y estiércol,
tal como le dijo en toda su cara el político socialista catalán
José Borrel cuando el incidente aquel en el Congreso en que el
Rufián, o tal vez fuera otro de su grupo separatista, escupió al
veterano político socialista cuando fueron obligados a abandonar el
hemiciclo por su comportamiento de niñatos revolucionarios de café.
Me
seguirán asqueando las deslealtadas, deshonestidades, bajezas
morales, políticas e intelectuales de un individuo que, a mi juicio,
es también una desgracia que esté en la política partidista en
nuestro país. Me refiero a Pablo Echenique. Empero nunca se me
ocurriría burlarme de su minusvalía física, ni desearle nada malo
en lo profesional, ni meterme con su vida personal, con su familia,
con su trabajo (cosa que Manu Santana, Concha Báez y algunos
otros
foristas de igual tecla sí hacen conmigo, ¿con qué derecho?, ¿qué
coño se habrán creído estos ciudadanos?),
por más que sí deseo con toda la fuerza de que soy capaz que los
votos de los españoles pongan de patitas en la calle, esto
es,
fuera de la política partidista, a personajes como Pablo Echenique,
Marlaska, Boti,
Beatriz Gimeno, Irene Montero, Garzón, Pablo
Iglesias, Carmen Calvo, Íñigo Errejón…
Sí:
el Manu Santana, la Concha Báez y otros foristas que aparecen con
frecuencia en esa publicación periódica a que nos venimos
refiriendo, al parecer se
creen con patente
de corso para llegar a suponer de mí -y dejarlo por escrito, en
supuestos comentarios de foristas que en verdad no tienen más
categoría que la
de un
pastuño-
falsedades tan injuriosas como “qué hace un desequilibrado dando
clases en centros educativos”, “cómo es posible que en la
escuela pública dé clases un ultracatólico”, “la mentalidad de
este es la propia de alguien del siglo XI y habría que encerrarlo y
en todo caso mantenerlo alejado de los
chavales”,
“hay que mantener a nuestros escolares lejos del influjo de un
individuo como este”…
Pero
a ver, ¿ustedes de qué van por la vida? ¿No tienen más argumentos
contra mis argumentos (que
pueden ser mejores,
peores, manidos, sólidos, contestables, incontestables, asumibles,
inasumibles…) que
sus ataques, que sus intentos de menosprecio, que sus intentos de
ridiculizar mis posiciones ideológicas, que sus intentos de
ridiculizarme y rebajarme a mí como persona, lesionando así
mi
dignidad?
Y
como para muestra un botón, aquí les dejo con una muy somera
selección de comentarios despectivos e injuriosos contra mis
artículos -pero sobre todo contra mi persona-, con los que en efecto
critico la podredumbre moral de una España descatolizada, la ruina
económica, humana y moral a que nos han traído PSOE, Podemos,
separatistas y también un Partido Popular acomplejado y cobarde. Sí:
artículos en que me ocupo de
todo lo que, entre lo divino y lo humano, me parece o se me antoja.
Desde
luego si dispusiera de más horas libres, podría recolectar otros
comentarios de esos, algunos de los cuales por sí solos sé que
constituyeran
un delito dado su alto voltaje injurioso contra mi persona; vamos,
insultos de una gran bajeza.
Solo que bástenos con esto por ahora. Helos
aquí:
Sandra
Socorro:
Mamma mía, a éste le aplicarían el pin parental hasta los de Vox.
Paco
Falcón:
eusebio
cesareo, en minúsculas, sigue guiándote
por cantamañanas y terminarás abrazando farolas.
Mario
Moreno:
Sorprende
el cacao mental de este Sr., máxime firmando como profesor de
humanidades. Parece que la universidad no le dejó
huella. No se entiende que habiendo estudiado arte, cultura,
literatura, etc., tenga un raciocinio antidemocrático y fascista.
Dónde da clases, pa no ir.
Paco
Falcón: Espérate sentado, no vayas a cansarte. ¿Profesor de
humanidades? Así vamos.
Pacma:
Me
ha encantado este trozo de las memorias de Fray Torquemada. Espero
que siga reproduciendolas en semanas sucesivas.
Concha
Báez:
Tendrás
madre, hermanas, hijas, compañeras de trabajo, ¿amigas?.....pues
ni se te ocurra comentar esta basura que
has escrito con
ellas.
A.
León:
Del
OPUS DEI. Creo que tú utilizas un cilicio para la mortificación
corporal. Lo dicho, con todos mis respetos "tú estás más
trabao que un paraguas viejo".
Una
lástima, insisto, no tener más tiempo para recolectar algunos de
los comentarios que me prodigan (ya deben haber superado con creces
el centenar) y que son desde luego de una vulgaridad y un desprecio
insultantes a tope, irrespetuosos a más no poder; no descarto el
hacerlo algún día. Comoquiera que sea, contrastan estos comentarios
con los que he recibido en foros como este que nos convoca, El
Correo de España, provenientes de foristas que exhiben una gran
cultura, capacidad de análisis, e identificación con los ideales de
la España tradicional católica. Aprovecho que el Pisuerga sigue
pasando por Valladolid para agradecerles sus generosos comentarios,
que uno no siempre puede agradecer en el momento preciso de salir a
la luz los escritos, y que en todo caso o comoquiera que sea que me
dan ánimos para continuar en esta empresa de la escritura y la
reivindicación de los valores propios de la civilización cristiana
sobre los que se construyó Europa y todo Occidente. Generosos y
respetuosos incluso cuando algunas de mis opiniones las puedan juzgar
como erradas, torpemente expuestas, lo que sea. Pero guardando
siempre unas formas.
En
todo caso -acabo-, los comentarios de estos foristas, sin duda
irritados conmigo y con mis escritos, lo que ponen de manifiesto, en
todos ellos, es justamente una de mis constantes denuncias: España
es hoy por hoy un sumidero de laicismo radical, de mentalidad
secularizada y neopagana, de vacío existencial, de feminismo
inhumano y destilador de odio contra el hombre, de ideología de
género que se impone incluso a nuestros adolescentes y niños desde
la tempranidad de los centros educativos.
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