jueves, 26 de marzo de 2020


Creo plenamente en la libertad de expresión, solo que...” Por Luis Henríquez Lorenzo




El sábado 14 del corriente mes de marzo, publicaba El Correo de España mi artículo "Si no lo hubiera, habría que inventarlo". Luego de la luz primera de la publicación que ven muchos de mis escritos en mi propio blog, pocos espacios mejores en que seguir viendo la luz de la publicación que el citado El Correo de España (todo un referente del pensamiento patriota, identitario y católico en nuestra vieja piel de toro, gracias a Dios juntamente con otras plataformas desde Internet). Para mí es un honor, un reto, una oportunidad el espacio que se me concede en una publicación como El Correo de España, como también lo es el espacio que se me concede en El Español Digital: hoy por hoy ser voz o grano de arena con que reconstruir los cimientos de la civilización cristiana, el rostro de la España tradicional y católica...


Un par de días más tarde, aparecía reproducido en una bitácora local canaria, desde donde fue recibido por comentarios de foristas de este tono o jaez:


    Concha Báez: ¿Cuatro días, Manu? Me da que eres un exagerado. En cuatro días, si le pones una "jáquima" y lo estacas, come hierba.
    Manu Santana: Parece que no te está sentando muy bien el aislamiento. Calculo que cuatro días más y petas.


Uno de estos foristas, por toda la cara me reduce al estado de bestia, de animal; el otro pronostica incluso mi fin inminente ahora que vivimos con la angustia de esta cuarentena por causa del coronavirus. Ciertamente, no es la primera vez ni la segunda que estos foristas se refieren a artículos míos reproducidos en la publicación digital cuyo título seguiré callando, con términos más bien ofensivos, injuriosos, ridiculizantes. ¿Por qué, si yo no creo haberles hecho nada dañino a estas personas, a las que ni siquiera conozco?

A decir verdad, la Concha y el Manu ya lo han convertido en una suerte de deporte favorito suyo, de ambos: artículo mío que reproducen, retahíla de desprecios e injurias (a menudo, mucho más graves por injuriosos y despectivos que los dos que he reproducido, ¡ni se imaginan!). Hasta el extremo de que uno se pregunta: y estos sujetos, ¿quiénes se habrán creído que son para despreciar de esta manera, parapetados tras un alias? ¿Con qué derecho se creen? ¿Qué se habrán creído? ¿De qué van?

En el nombre de la sacrosanta libertad de expresión, viva la democracia, la libertad de pensamiento, la libertad religiosa, la libertad de conciencia, la capacidad de investigar y buscar la verdad… Vale: deseado todo esto en un principal sentido, a saber, la verdad existe, solo hay una religión verdadera, mas la verdad no debe imponerse y en todo caso debe respetarse -con los límites mínimos que hayan de garantizar la convivencia y el respeto- que una persona en el ejercicio de su libertad busque la verdad aunque acabe encontrando solo mentiras, falsedades, medias verdades, caminos extraviados y sin retornoPero los ataques ad hominen a que ya se han acostumbrado estos individuos, la Concha Báez y el Manu Santana, y otros varios a los que no daré el gusto o disgusto de nombrar, ¿a qué vienen?, ¿a cuento de qué?, ¿con qué derecho?10 frases célebres sobre la libertad de expresión | Saber es práctico

Tengo entendido que estos dos foristas, y asimismo otros que van o vienen exactamente a lo mismo cuando asoman su cabecita y dejan su huella, en el periódico digital a que me refiero practican con total impunidad el pim pam pun con comentarios en los que juegan a hacerse los graciosos solo que acaban siendo para conmigo injuriosos, cretinos, despectivos, ruines, etcétera. Acaso se escuden en que yo insulto toda vez que en efecto soy muy duro con algunos de mis comentarios contra la podredumbre moral e intelectual de nuestra casta política, por ejemplo, entre otros varios asuntos que ocupan mi pluma y mi interés.

Se equivocan: voy a seguir denunciando a políticos de la catadura moral e intelectual de Pedro Sánchez y todo su equipo de Gobierno (indudablemente responsables de la pésima gestión de la crisis sanitaria provocada en España por el coronavirus), a políticos como Pablo Iglesias y todo su equipo de podemitas enemigos de Dios, de la Iglesia y de España, y lo seguiré haciendo con expresiones que, aun siendo “fuertes, intensas, contundentes”, al menos es mi intención que no supongan un ataque ad hominen gratuito espetado con la única intención de hacer daño.

Solo que al pan pan y al vino vino, sin medias tintas: denunciar que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias son mentirosos compulsivos y demagogos y felones no es ninguna injuria; sí lo es lo que de mí ya dicen sin ningún reparo foristas como la Concha y el Manu. Lo ilustremos con un ejemplo: no tengo ninguna duda por lo que dice a la bajeza moral e intelectual de un tipo como el catalán Gabriel Rufián (a quien el siempre muy ilustrado Federico Jiménez Losantos se refiere como mendrugo, mas ¿a quién molesta o sorprende un adjetivo como este?), encima charnego metido a independentista. Es una desgracia para España y desde luego también para Cataluña que un individuo como este se gane la vida como político, como político profesional de cuya sesera solo sale una mezcla deleznable de serrín y estiércol, tal como le dijo en toda su cara el político socialista catalán José Borrel cuando el incidente aquel en el Congreso en que el Rufián, o tal vez fuera otro de su grupo separatista, escupió al veterano político socialista cuando fueron obligados a abandonar el hemiciclo por su comportamiento de niñatos revolucionarios de café.

Me seguirán asqueando las deslealtadas, deshonestidades, bajezas morales, políticas e intelectuales de un individuo que, a mi juicio, es también una desgracia que esté en la política partidista en nuestro país. Me refiero a Pablo Echenique. Empero nunca se me ocurriría burlarme de su minusvalía física, ni desearle nada malo en lo profesional, ni meterme con su vida personal, con su familia, con su trabajo (cosa que Manu Santana, Concha Báez y algunos otros foristas de igual tecla sí hacen conmigo, ¿con qué derecho?, ¿qué coño se habrán creído estos ciudadanos?), por más que sí deseo con toda la fuerza de que soy capaz que los votos de los españoles pongan de patitas en la calle, esto es, fuera de la política partidista, a personajes como Pablo Echenique, Marlaska, Boti, Beatriz Gimeno, Irene Montero, Garzón, Pablo Iglesias, Carmen Calvo, Íñigo Errejón…

Sí: el Manu Santana, la Concha Báez y otros foristas que aparecen con frecuencia en esa publicación periódica a que nos venimos refiriendo, al parecer se creen con patente de corso para llegar a suponer de mí -y dejarlo por escrito, en supuestos comentarios de foristas que en verdad no tienen más categoría que la de un pastuño- falsedades tan injuriosas como “qué hace un desequilibrado dando clases en centros educativos”, “cómo es posible que en la escuela pública dé clases un ultracatólico”, “la mentalidad de este es la propia de alguien del siglo XI y habría que encerrarlo y en todo caso mantenerlo alejado de los chavales”, “hay que mantener a nuestros escolares lejos del influjo de un individuo como este”…

Pero a ver, ¿ustedes de qué van por la vida? ¿No tienen más argumentos contra mis argumentos (que pueden ser mejores, peores, manidos, sólidos, contestables, incontestables, asumibles, inasumibles…) que sus ataques, que sus intentos de menosprecio, que sus intentos de ridiculizar mis posiciones ideológicas, que sus intentos de ridiculizarme y rebajarme a mí como persona, lesionando así mi dignidad?

Y como para muestra un botón, aquí les dejo con una muy somera selección de comentarios despectivos e injuriosos contra mis artículos -pero sobre todo contra mi persona-, con los que en efecto critico la podredumbre moral de una España descatolizada, la ruina económica, humana y moral a que nos han traído PSOE, Podemos, separatistas y también un Partido Popular acomplejado y cobarde. Sí: artículos en que me ocupo de todo lo que, entre lo divino y lo humano, me parece o se me antoja. Desde luego si dispusiera de más horas libres, podría recolectar otros comentarios de esos, algunos de los cuales por sí solos sé que constituyeran un delito dado su alto voltaje injurioso contra mi persona; vamos, insultos de una gran bajeza. Solo que bástenos con esto por ahora. Helos aquí:


Sandra Socorro: Mamma mía, a éste le aplicarían el pin parental hasta los de Vox.
    Paco Falcón: eusebio cesareo, en minúsculas, sigue guiándote por cantamañanas y terminarás abrazando farolas.
    Mario Moreno: Sorprende el cacao mental de este Sr., máxime firmando como profesor de humanidades. Parece que la universidad no le dejó huella. No se entiende que habiendo estudiado arte, cultura, literatura, etc., tenga un raciocinio antidemocrático y fascista. Dónde da clases, pa no ir.
    Paco Falcón: Espérate sentado, no vayas a cansarte. ¿Profesor de humanidades? Así vamos.

    Pacma: Me ha encantado este trozo de las memorias de Fray Torquemada. Espero que siga reproduciendolas en semanas sucesivas.
    Concha Báez: Tendrás madre, hermanas, hijas, compañeras de trabajo, ¿amigas?.....pues ni se te ocurra comentar esta basura que has escrito con ellas.
     
    A. León: Del OPUS DEI. Creo que tú utilizas un cilicio para la mortificación corporal. Lo dicho, con todos mis respetos "tú estás más trabao que un paraguas viejo".


Una lástima, insisto, no tener más tiempo para recolectar algunos de los comentarios que me prodigan (ya deben haber superado con creces el centenar) y que son desde luego de una vulgaridad y un desprecio insultantes a tope, irrespetuosos a más no poder; no descarto el hacerlo algún día. Comoquiera que sea, contrastan estos comentarios con los que he recibido en foros como este que nos convoca, El Correo de España, provenientes de foristas que exhiben una gran cultura, capacidad de análisis, e identificación con los ideales de la España tradicional católica. Aprovecho que el Pisuerga sigue pasando por Valladolid para agradecerles sus generosos comentarios, que uno no siempre puede agradecer en el momento preciso de salir a la luz los escritos, y que en todo caso o comoquiera que sea que me dan ánimos para continuar en esta empresa de la escritura y la reivindicación de los valores propios de la civilización cristiana sobre los que se construyó Europa y todo Occidente. Generosos y respetuosos incluso cuando algunas de mis opiniones las puedan juzgar como erradas, torpemente expuestas, lo que sea. Pero guardando siempre unas formas.

En todo caso -acabo-, los comentarios de estos foristas, sin duda irritados conmigo y con mis escritos, lo que ponen de manifiesto, en todos ellos, es justamente una de mis constantes denuncias: España es hoy por hoy un sumidero de laicismo radical, de mentalidad secularizada y neopagana, de vacío existencial, de feminismo inhumano y destilador de odio contra el hombre, de ideología de género que se impone incluso a nuestros adolescentes y niños desde la tempranidad de los centros educativos.

     



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