"Y
frente a las obviedades que siguen, ¿qué?, ¿por qué?, ¿hasta
cuándo?" Luis Henríquez Lorenzo
Cada día que pasa en España, afectados todos por esta tragedia a cuestas en forma de pandemia por el coronavirus, más se pone de manifiesto la maldad supina de este Gobierno infame e infecto conformado por sociatas y comunistas, más el apoyo de los separatistas (vascos y catalanes, seculares enemigos de la unidad territorial, cultural, administrativa y política de España), y el plácet de grupúsculos de nacionalistas de izquierdas e insularistas tipo Nueva Canarias, Agrupación Socialista Gomera, de suerte que no olvidemos que gracias al voto de la formación a la que pertenece el médico canario Pedro Quevedo tenemos a su homónimo Pedro Sánchez y sus mariachis (perdón, sus compinches) en el poder de la nación.
Ni las demagogias de su cabecilla, el ínclito Román Rodríguez, funcionaran como hojas de parra para tapar las vergüenzas (mejor, desvergüenzas) del infausto pacto entre PSOE, Podemos y separatistas, ya queda dicho que con el visto bueno de Nueva Canarias, la Agrupación Socialista Gomera... Descaradamente ineptos, inmorales, nepotistas, y dados compulsivamente a la mentira y a la coartada más servil y pueril, ¿cómo es posible que no haya mecanismos, fórmulas o llámense como se quieran llamar, vamos, recursos legales mediante los cuales intentar desembarazarnos de una vez para siempre de toda esta tropa de indeseables que jamás de los jamases debieron haber alcanzado el poder gobernar una nación?
Porque
desde luego, todo lo que no sea llevar ante los tribunales de
justicia a toda la tropa política que conforma este Gobierno o
Frente Popular II habría que entenderlo como un fracaso de la
democracia.
Individuos
sin oficio ni beneficio como un tal Iceta, por ejemplo, o el
mismísimo Ábalos, mentiroso hasta la médula (en esto tiene buenos
modelos en su PSOE), ¿qué harían fuera del paraguas de la política
partidista? Naturalmente, huelga decir que estos patanes y merluzos
practican el típico antifranquismo de café o de salón, como buenos
progres. De hecho, el antifranquismo une a las huestes o familias de
la progresía, incluida la dizque católica: sociatas, comunistas,
feministas, ultralaicistas, podemitas odian a Franco porque en verdad
odian al Padre, esto es, a Dios; odian la civilización cristiana,
odian la hispanidad... Mas lo cierto es que en sus vidas estos
políticos habrán podido hacer como mucho, por el bien de nuestra
patria, un 1% de lo que hizo Francisco Franco por España. Si es que
llegan a ese uno por ciento.
Profunda,
inconsolablemente triste todo esto. Sí: no hay ya ni la menor sombra
de duda sobre la responsabilidad criminal de este Gobierno en la
propagación del coronavirus. Lo sabían sobradamente, estaban
sobradamente advertidos, debían haberlo previsto, conocían el ya
drama en China y en Italia, debieron tomar todas las precauciones y
previsiones habidas y por haber... Y nada: de rositas, se durmieron,
o estuvieron todos muy felices de haberse conocido en las
manifestaciones feminazis del pasado 8M: auténtica bomba de
relojería en la expansión del coronavirus.
Ahora
el felón de Sánchez intenta una escapada a la desesperada, ya están
pretextando incluso que unos inexistentes recortes en la sanidad
pública perpetrados en su momento por el PP están dificultando la
contención y sanación del coronavirus... Hasta asoma en el
horizonte político la posibilidad de que este Gobierno o Frente
Popular II recabe apoyos del PP, una especie de legitimación de este
o de carta blanca para la continuidad del actual infausto Gobierno,
cuando lo cierto es que por el bien de España toda esta tropa debe
ser sacada de las instituciones a la voz de ya, al toque de pito,
como se dice en el mundillo de la lucha canaria.
Menos
VOX, que se mantiene firme, a este juego o esta posibilidad parece
apuntarse de momento el PP: Pablo Casado ha respondido a ciertas
llamadas telefónicas recientes que le ha hecho Pedro Sánchez;
Santiago Abascal ha pasado hasta de cogerle el teléfono al líder
del PSOE. El mismo PP, sí, que desde luego cuenta en la Comunidad de
Madrid con políticos que parecen buenos gestores y medianamente
honestos, o tal vez singularmente honestos (el actual alcalde de
Madrid, la presidenta de la Comunidad...), sin embargo parece
dispuesto a dar un balón de oxígeno a este infame e infecto
Gobierno, que desde luego solo merece el remate con la puntilla, una
última estocada.
Entonces,
así las cosas, dando por cierto que la panda de ineptos y felones
que conforman el actual Gobierno va a atrincherarse como lapas en las
rocas del poder, ¿qué mecanismos legales nos quedan para obligarlos
a soltar esa apetitosa teta que nunca jamás debieron haber ni
acariciado siquiera con la yema de los dedos?
Nos
están matando y arruinando, ¿hasta cuándo? Lo único sensato, así
las cosas, es desterrar para siempre de la vida política siglas como
PSOE, Podemos, separatismos y nacionalismos de izquierdas... El final
de todas estas formaciones políticas demagógicas y tóxicas debe
ser el sumidero, el pozo negro de aguas pútridas, el ostracismo y el
olvido (el partido de Pablo Iglesias, masón y matacuras, debe
desaparecer sin dejar rastro; y así ya no será nunca más el
partido más cleptómano, corrupto, golpista y guerracivilista de
cuantos ha habido en la historia de España). Mientras existan, no
habrá verdadera prosperidad en España, ni humanismo que merezca tal
nombre (de estirpe cristiana, preferentemente católica), ni justicia
social, ni paz ni convivencia.
Postdata. Justo cuando consideraba concluida esta reflexión me llega vía WhatsApp un comunicado del PSOE. Lo firman José Luis Ábalos (en calidad de secretario de Organización del PSOE) y Adriana Lastra, como portavoz del Grupo Parlamentario Socialista y vicesecretaria general del PSOE, y va dirigido a la militancia socialista.
¿Qué dice ese texto firmado por ambos sociatas, más ruines que la carne de pescuezo, estómagos agradecidos de un Gobierno claramente inepto y criminal? Ahí va el envío:
Os
pedimos que, además de ser ejemplares en vuestro comportamiento
cotidiano y en el cumplimiento de las recomendaciones de las
autoridades, utilicéis vuestra capacidad de comunicación en
vuestras áreas de influencia, con artículos, vídeos o
participación en redes sociales para hacer un llamamiento a la
unidad, a la esperanza, para denunciar bulos, para compartir
información de valor y dejar sin argumentos a quienes se valen de la
mentira, la manipulación y la insidia para justificar la voladura de
la unidad de acción que necesita este país.
No cejéis en la tarea de ser activos desmontando a quienes, con tal de desgastar al Gobierno, y aun a costa de ahondar en la desesperanza de la sociedad, prefieren convertirse en instigadores de la adversidad a arrimar el hombro. Y hacedlo, guardando siempre las más altas cuotas de educación y comportamiento cívico que deben guiar a la acción de cualquier socialista.
Ahora, más que nunca, vuestro país os necesita para superar la pandemia y para aplacar también el virus del odio, la mentira y la manipulación. Contamos con vosotros. Es importante.
Recibid un cordial saludo.
Les
faltó proclamar arriba los pobres de la tierra, en pie,
famélica legión (bueno, desvergüenza no les falta a estos
trepas corruptos, expertos en la marrullería y la mentira, hasta el
punto de que aún, puño alzado en alto, se creen que nos engañan y
todo con que son solidarios con los pobres).
Desde
luego, ni Ábalos ni la Adriana Lastra han debido escribir el texto,
aunque al firmarlo, al hacerlo propio, lo que manifiestan es un nivel
tan bajo de vileza moral, que sí, se hace difícil
entender, lo reconozco. O acaso sea esto: solo desde la
maldad, el cinismo, la desvergüenza y la falta total de principios
morales se puede escribir un texto como el que acabo de reproducir y,
sobre todo, pretender que nos lo creamos.
Menuda desvergüenza tiene toda esta tropa sociata que cuando la crisis del ébola -España, 2004, ya capitaneando entonces el PSOE el ínclito e indeseable Pedro Sánchez- se hinchó a pedir dimisiones al Gobierno de Mariano Rajoy (de hecho, dimitió la ministra de Sanidad Ana Mato), a convocar manifestaciones callejeras en muchas de las cuales se pedía solidaridad y compasión por una una de las víctimas, que no fue otra que el perro Excalibur; las otras dos, dos misioneros que ya vinieron de África a España contagiados de ébola.
Hoy a 8 de abril de 2020, ya sobrepasan la cifra de 15.000 los fallecidos por el COVID-19 en España, y superan la friolera de 150.000 los contagiados, por más que haya fundadas sospechas de que el número real de víctimas mortales pueda ser el doble o el triple, ¡espanto! De momento, este Gobierno de auténticas sanguijuelas ahí sigue, incombustibles al desaliento, esto es, a la vergüenza, a la dignidad, a la honestidad. Horrible.
Ábalos, Adriana Lastra y resto de compinches de este malvado Gobierno, infame e infecto, presidido por Sánchez: ustedes deberían estar o a la sombra entre rejas, o inhabilitados por siempre jamás para desempeñar cualquier cargo público. Y no más tutía, manada de sinvergüenzas, manada de impresentables y farsantes, manada de golfos y felones, maná' de cabrones (uno de los gritos de guerra del famoso cura canario que se hace llamar padre Báez), amén de patanes e indocumentados.
Dramáticamente, tomemos conciencia de que este es el rostro siniestro y deshumanizado de un mundo construido al margen de Dios. Asimismo, con una Iglesia que en gran medida ya no es lumen gentium y sí tinieblas porque está casi toda ella -salvo una pequeña parte remanente- sumida en la apostasía, engañada por el mundo, por el Maligno.
Y
lo que nos queda… Profetizado
está: “Cuando seáis dramáticamente testigos de la abundancia de
males, corrupciones, pecados e injusticias en el momento
histórico en que os toca
vivir, estad íntimamente gozosos, pues todo ello es signo de que el
Señor está cerca,
y de
que vuestra liberación está próxima” (cfr.
Lc 21, 28; Mt 24, 29; Mc 13, 24).
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